La empresa DIGNA BIOTECH desarrollará las siete primeras patentes del CIMA de la Universidad de Navarra

Con un modelo pionero, esta compañía invertirá en Navarra este año más de medio millón de euros

Dr. Pablo Ortiz, director general de Digna Biotech

8 de febrero de 2005

Más de medio millón de euros es la inversión prevista en 2005 en Navarra por DIGNA BIOTECH, empresa de reciente creación que va a desarrollar las siete primeras patentes logradas en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra. La finalidad de esta compañía, según su director general, Pablo Ortiz, es "llevar hasta el mercado los descubrimientos que surjan en los laboratorios del CIMA". 

De esta manera, se quiere cerrar el ciclo productivo de las investigaciones en biomedicina desarrolladas en la Universidad de Navarra y solventar "la gran distancia que existe en general entre un hallazgo científico y su aplicación en los pacientes. No hay que olvidar que la búsqueda de productos para mejorar la salud no se produce automáticamente, sino que requiere un largo y costoso proceso de desarrollo", aclara.

En su opinión, si DIGNA BIOTECH consigue introducir algún producto en el mercado, "el beneficio para Navarra será muy importante por el prestigio que esto aporta al conjunto de las entidades involucradas en el proyecto y por el impulso que representa para la puesta en marcha de otros más". De igual modo, cree que la firma de acuerdos con otras compañías del sector "brindará oportunidades nuevas de negocio para la región que ya estamos explorando".

El modelo de DIGNA BIOTECH es pionero en España, aunque resulta muy similar al que tienen las universidades americanas desde hace ocho-diez años. Con respecto a sus ventajas, Pablo Ortiz asegura que "su proximidad a la fuente de generación del conocimiento permite detectar el resultado en una fase temprana de la investigación y facilita su oportuna protección mediante las correspondientes patentes".

Asimismo, apunta que esta iniciativa constituye "un modelo homologable que podría ser aplicado en otras ocasiones, ya que permite vincular a la universidad y al inversor privado, consiguiendo que la investigación no tenga que depender exclusiva o fundamentalmente de los fondos públicos".

Autofinanciación prevista para 2011

De momento, las patentes presentadas cubren la propiedad intelectual de unas treinta sustancias con propiedades farmacológicas relevantes. Además, en estos últimos meses se han generado cuatro más. El primer producto que se pretende desarrollar es una crema para el tratamiento de la esclerodermia. También se dispone de un interferón nuevo que puede ser de utilidad en la hepatitis C. Por último, el tercero de los proyectos se centra en la terapia de la fibrosis pulmonar.

En la actualidad, la cartera de productos incluye hasta ocho proyectos diferentes, seleccionados por su mayor viabilidad comercial en distintas áreas de la patología, incluyendo algunos de interés diagnóstico.

Los primeros resultados económicos positivos están previstos para 2011, contando con que llegue algún producto al mercado en 2009. Porque, como recuerda el director general, "en este sector es muy difícil obtener retornos en plazos más cortos".

A pesar de que se espera que la empresa pueda autofinanciarse en los próximos años, en estos momentos se nutre de los fondos propios aportados por los socios "que son mayoritariamente los quince que conforman la Unión Temporal de Empresas, con la que se financia el CIMA, más la Universidad de Navarra".

Por otro lado, se está buscando el apoyo de otros organismos públicos, como el Gobierno de Navarra, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) o los fondos europeos. "Los volúmenes que se requiere invertir en el desarrollo de medicamentos son muy altos y resulta necesario aprovechar todas las posibilidades de financiación disponibles", subraya Pablo Ortiz.

28 personas en el equipo

Con todo, advierte que la función de DIGNA BIOTECH no consiste en participar directamente en la investigación del CIMA. "De lo que nos ocupamos es de planificar primero y desarrollar después todos los pasos que son necesarios para documentar un producto de forma que pueda comercializarse". Al mismo tiempo, adelanta su intención de "involucrar cada vez más a los investigadores básicos en el desarrollo de los productos y mantenerles informados de los avances".

La compañía está formada por diez personas, nueve de ellos doctores. Además, cuenta con la colaboración a tiempo parcial de varios profesionales. En total, hay más de 28 personas involucradas en el proyecto.