El estrés crónico suave es un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer

Según un estudio realizado en modelos animales en el CIMA

Según un estudio realizado en modelos animales en el CIMA
Los doctores Rafael Franco, Ana García Osta, Mar Cuadrado, Alberto Pérez Mediavilla y Ana Ricobaraza, investigadores del CIMA.

8 de abril de 2011

Científicos del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra han confirmado que el estrés crónico suave puede estar implicado en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer (EA). Los resultados se han publicado en la revista científica Journal of Alzheimer´s Disease.

El desarrollo de la EA de tipo esporádico, que representa el 95% de los casos, está asociado a diferentes factores de riesgo, genéticos y ambientales. Si bien el principal es el envejecimiento, el estrés crónico también se ha relacionado con la aparición de esta enfermedad. "Nuestro estudio trata de determinar si un proceso de estrés crónico suave, similar al estrés clásico en la vida diaria, podría influir en la aparición de esta patología neurodegenerativa. Utilizamos ratones jóvenes con Alzheimer inducido, que todavía no presentan los rasgos característicos de la enfermedad. Tras someterles a un protocolo de estrés crónico de 6 semanas de duración, observamos que estos animales presentaban una pérdida de memoria severa y un aumento significativo de los dos principales marcadores de la EA: el péptido beta-amiloide y la proteína Tau fosforialda, dos proteínas que se acumulan en el cerebro de los pacientes de EA. Por lo tanto, confirmamos que un estrés suave, aplicado de manera crónica, contribuye a agravar y acelerar los principales rasgos de la enfermedad en estos animales, que presentaban una predisposición genética para desarrollar Alzheimer", explica la Dra. Mar Cuadrado, investigadora del Área de Neurociencias del CIMA y autora principal del trabajo.

Hay muchos estudios que avalan que el estrés produce deterioro cognitivo. Además, los pacientes con depresión tienen episodios de pérdida de memoria y el estrés es uno de los factores que se asocian a la depresión. "En nuestro trabajo hemos confirmado que el estrés podía afectar directamente a los marcadores propios de la enfermedad de Alzheimer", comenta la Dra. Cuadrado.
 
En la actualidad, los investigadores del CIMA tratan de utilizar estos resultados para obtener modelos animales que desarrollen todas las características de los pacientes de EA. "De esta manera podremos ensayar con más fiabilidad nuevas moléculas diseñadas para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer", señala.