40.000 pacientes de Parkinson y otras enfermedades, beneficiados por la estimulación eléctrica
Andrés Lozano, neurocirujano en Canadá, dice en el CIMA que menos hiperactividad cerebral mejora el ánimo en la depresión
6 de junio de 2008
"Disminuir la hiperactividad presente en una zona del cerebro mejora el ánimo en los pacientes con depresión". Así lo aseguró el Dr. Andrés Lozano, neurocirujano del Toronto Western Hospital y catedrático de laHealth Network University de Canadá, con motivo de su visita al Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra.
El cerebro utiliza electricidad para la comunicación neuronal, pero hay circuitos que funcionan de manera patológica. En los últimos años, se ha desarrollado una técnica de estimulación eléctrica para cambiar la actividad de estos circuitos. En concreto, se estima que 40.000 personas en el mundo se han beneficiado de esta alternativa, fundamentalmente en enfermedad el Parkinson.
El equipo del Dr. Lozano trabaja desde hace 15 años en la aplicación de estimulación cerebral profunda en pacientes con enfermedad de Parkinson. Expuso los resultados de sus trabajos científicos a los investigadores del área de Neurociencias del CIMA. Explicó que han trasladado su experiencia a otras patologías con mayor prevalencia, como las enfermedades psiquiátricas. "A través de pruebas de imagen mediante PET-escáner hemos detectado que estos pacientes muestran cierta hiperactividad en el lóbulo del cerebro que controla el ánimo y la tristeza. Una vez localizada esta área, introducimos electrodos para disminuir la hiperactividad, lo que parece que tiene un efecto positivo sobre el ánimo. Hasta ahora hemos atendido a 30 pacientes y vamos a iniciar un estudio con varios centros con el objetivo de poder confirmar los datos de esta técnica".
Recientemente han iniciado una línea de investigación centrada en mejorar las funciones cognitivas de los pacientes con trastornos de memoria. "Hemos empezado un estudio piloto en el que queremos utilizar esta misma técnica para aumentar la actividad de los circuitos que controlan la memoria. Quizá esta alternativa puede ser útil, ya que pensamos que todos los circuitos del cerebro pueden estar relacionados".
Un neurólogo del Clínica Mayo habla de la atrofia multisistémica
También visitó el CIMA el Dr. Eduardo Benarroch, profesor de Neurociencias y neurólogo de la Clínica Mayo (EE.UU.). Incidió en la necesidad de detectar lo antes posible los marcadores biológicos que permitan predecir qué pacientes tienen mayor susceptibilidad de desarrollar la enfermedad. "El objetivo es iniciar un tratamiento neuroprotector precoz que prevenga, disminuya o lentifique la muerte celular".
La línea de investigación de la Clínica Mayo se centra en el análisis bioquímico de la enfermedad de Parkinson y de la atrofia multisistémica, una patología menos común, pero de curso más severo y rápido. "Ahora se empiezan a conocer algunos mecanismos por los cuales las proteínas anormales producen la muerte neuronal y distintas patologías. Antes se pensaba que la dopamina era el único neurotransmisor implicado en la enfermedad de Parkinson. Hoy se sabe que degeneran neuronas de distintos sistemas y hay varios neurotransmisores implicados. Incluso es posible que puedan interactuar algún aspecto genético y ambiental, aunque todavía queda mucho por investigar en este campo".