Investigadores de la Universidad de Navarra analizan un nuevo tipo de anticuerpos contra el cáncer

El trabajo se ha publicado en "Nature Cancer Reviews", una de las revistas científicas con más impacto sobre cáncer

El trabajo se ha publicado en 'Nature Cancer Reviews', una de las revistas científicas con más impacto sobre cáncer
Los científicos Ignacio Melero y Sandra Hervas-Stubbs.

February 22, 2007

Dos investigadores de la Clínica Universitaria y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra han publicado un artículo en Nature Cancer Reviews, una de las revistas científicas con más impacto sobre cáncer. El trabajo, firmado por Ignacio Melero y Sandra Hervas-Stubbs junto con otros científicos de EE. UU. y Reino Unido, aborda una nueva familia farmacológica con aplicaciones en cáncer y enfermedades crónicas de origen vírico.

Concretamente, se trata de la terapia con anticuerpos monoclonales inmunoestimuladores, que se dirige a las células del sistema inmunitario para provocar una respuesta de mayor intensidad frente al tumor. Según el Dr. Melero, tiene la ventaja de que "explota un mecanismo de acción distinto a las demás estrategias utilizadas en la actualidad para tratar el cáncer, y es capaz de establecer con ellas interacciones que les potencian mutuamente".

De momento, comenta que se están probando en personas con melanoma, cáncer renal y cáncer de ovario porque existen más técnicas que permiten medir la respuesta inmune en ellos, pero se prevé ampliarlos a otras indicaciones.

Cinco agentes en desarrollo

El primer agente de este tipo, el anti-CTLA-4, comenzó a ensayarse en pacientes en 1999. "En la terapia contra el melanoma, se ha obtenido entre un 15 y un 20% de respuestas clínicas objetivas (reducción o desaparición del tumor), que llaman la atención de los investigadores por prolongarse en el tiempo", apunta el experto de la Universidad de Navarra. 

Actualmente, los investigadores estudian su beneficio en la supervivencia de los enfermos a través de dos ensayos clínicos en fase III: "En dos años comprobaremos su valor como agente único, y necesitaremos más tiempo para conocer si sus efectos en combinaciones terapéuticas son tan positivas como predicen los resultados en modelos animales". 

Aparte de éste, hay otros cuatro miembros de esta familia de anticuerpos monoclonales inmunoterapeúticos en desarrollo. Su administración en pacientes ha comenzado hace un año y medio, y aún no se han publicado las conclusiones sobre su eficacia.