Freno al desarrollo del cáncer de páncreas

Investigadores del Cima y la Clínica Universidad de Navarra, confirman en modelos preclínicos que la inhibición de dos moléculas reduce la toxicidad y mejora la supervivencia

Los investigadores del Cima y la Clínica pertenecientes a la línea de uso de organoides: los Dres. Irati Macaya, Rodrigo Entrialgo, Adrián Vallejo, Silve Vicent, Mariano Ponz-Sarvise; y abajo, Esther Blanco e Iker Feliu.

19 de noviembre de 2019

El cáncer de páncreas es un tumor muy agresivo cuyas tasas de mortalidad son elevadas. Esto es debido a la dificultad de un diagnóstico temprano y a la falta de efectividad en los tratamientos actuales.

Investigadores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra han demostrado que la combinación de dos inhibidores de moléculas ralentiza el desarrollo del cáncer de páncreas. Este estudio preclínico fue iniciado por el Dr. Mariano Ponz-Sarvise, investigador del Programa de Tumores Sólidos del Cima y oncólogo de la Clínica Universidad de Navarra, durante su estancia como Clinical Fellow en Cold Spring Harbor Laboratory en Estados Unidos.

Esta investigación se enmarca en la línea en cáncer de páncreas con modelos de organoides (cultivo tridimensional de tejido) que desarrolla el Cima y la Clínica, dentro del Programa de Tumores Sólidos. “Con este modelo de organoides somos capaces de estudiar tejido normal y tumoral para intentar buscar diferencias, y combinar fármacos que sean más eficaces contra el tumor”, explica el Dr. Ponz-Sarvise. Los resultados de este trabajo se han publicado en el último número de la revista científica Clinical Cancer Research.

Hasta el momento, se conocía la implicación de las moléculas MEK y AKT en la activación de las células tumorales pancreáticas, pero los tratamientos no se habían mostrado efectivos debido a una tercera familia molecular implicada, denominada HER. Además, inhibir las tres moléculas a la vez generaba una toxicidad elevada en fases preclínicas. En este estudio, los investigadores han analizado distintas combinaciones entre ellas en busca de una solución efectiva y menos tóxica.

“Nuestro trabajo demuestra que la pareja que mejor funciona es MEK con el inhibidor de HER. En concreto, inhibir esas dos moléculas ralentiza el desarrollo del tumor. Incluso, en alguno de los grupos, claramente disminuye”, añade.

Seis ensayos clínicos abiertos en la Clínica

La Clínica y el Cima tienen en estos momentos 6 ensayos clínicos activos para estudiar nuevos procedimientos que puedan mejorar las opciones terapéuticas existentes en este tipo tumoral. “Está presente el tratamiento estándar, que es la quimioterapia, y se estudia su combinación con inmunoterapia y terapias dirigidas”, señala el Dr. Ponz.

Los ensayos abiertos están dirigidos en función de las distintas situaciones clínicas, a pacientes metastásicos que inician quimioterapia, pacientes metastásicos que ya han recibido tratamiento y pacientes que no son quirúrgicos, pero que tienen el tumor localizado.

El objetivo es estudiar qué combinación terapéutica obtiene buena respuesta y qué pacientes van a poder beneficiarse de ello. “Ahora mismo la respuesta a la inmunoterapia en tumores de páncreas está siendo discreta, salvo un pequeño subgrupo en el que está bien definido pueden responder. Pero, en general, por sí sola no está siendo eficaz y por eso hay que hacer combinaciones”, aclara.

Por último, en el ensayo dirigido a pacientes sin metástasis se está investigando el uso combinado de la quimioterapia con una técnica localizada de ondas electromagnéticas. Una terapia específica que busca interrumpir la división celular e inhibir el crecimiento del tumor. “El objetivo es ver si podemos conseguir que esos tumores sean resecables y puedan ser candidatos a cirugía”, concluye.